miércoles, 12 de octubre de 2016

Microrrelatos de Bachillerato: Trabajo de Sara Mas (2ª Posición)

Os dejo con los relatos de Sara Mas, que seguro que os sorprenderán:

EL OJO MORADO (La Venganza)

     A Marta le dolía ver a su hermano así, con aquel impactante ojo morado. Pero le dolía más el hecho de que él no fuera capaz de recordar nada,que ni siquiera pudiera reconocerla. Recordaba haber visto aquella trágica escena en la cinta de seguridad que había grabado todo lo ocurrido. Recordaba haber visto a Juan y a su ex novia en la puerta de la gasolinera y la recordaba a ella golpeando fuertemente el ojo, a él cayendo sobre aquel bordillo, la expresión de Ángela al presenciarlo, y su inesperada huída al ver que Juan había perdido el conocimiento. Ahora Marta no estaba triste en absoluto, sino que una intensa ira afloraba e su interior. Ahora Marta no buscaba consuelo. Buscaba venganza.



DECENAS DE PECES MUERTOS FLOTANDO SOBRE LA SUPERFICIE DE UN RIO   (El Gran Cataclismo)

    A Matt le sudaba la frente del esfuerzo. En todos sus años como arqueólogo jamás había presenciado algo tan escalofriante como aquellas runas mayas. Después de que tradujera el texto de aquella pirámide fue uniendo cabos sueltos. Ahora sabía que todo estaba relacionado. Primero el eclipse, luego la inundación, y la lluvia de estrellas de la noche anterior. Se levantó y se sacudió los pantalones, llenos de tierra y continuó apartando las densas hojas de la jungla mexicana, mientras se abría paso entre los matorrales y examinaba de nuevo el texto. Le llamaron loco después de creer que aquella profecía era cierta, pero él sabía que debía buscar opciones, algo para evitar el cataclismo. Y de pronto, aparecieron. Decenas de peces muertos flotando en la superficie del río. Matt cayó al suelo del asombro y se secó de nuevo el sudor. Aquello confirmaba su teoría. La profecía era cierta. Se acercaba el fin del mundo.


UN BOSTEZO EN UNA REUNION   (La Maldición)

    Elisa estaba atrapada. Se le aparecía una y otra vez la imagen de esa vieja bruja vagabunda. Recordaba en el momento en el que ella se negó a darle limosna, a pesar de que llevaba dinero de sobra en la cartera. Aquella vieja bruja reaccionó violentamente, tanto, que Elisa dio un salto hacia atrás y, de nuevo, recordó aquellas palabras que la mujer susurró mientras la señalaba. “Bostezo”.
    Desde aquel momento no pudo parar de bostezar, tanto, que en la reunión del trabajo del día anterior, aunque intentó aguantarse, en vano, acabaron despidiéndola del trabajo, porque decían que no mostraba interés. Elisa se prometió a sí misma que, siempre que tuviera dinero, daría limosna a todo el que la pidiera.



UNA VELA HUMEANTE  (Ataque en la fortaleza)

    La pequeña huía por los pasillos del frío castillo mientras escuchaba las fuertes pisadas de los mercenarios. Sabía que aquellos mercenarios habían sido contratados por los señores de las villas del norte, quienes habían intentado por todos los medios conseguir las tierras que pertenecían al padre de la joven. Ahora, habían entrado en la fortaleza, y habían capturado a toda su familia. 
    Sabía que si era silenciosa y se escondía, no la encontrarían, así que giró a la derecha y entró en una oscura habitación iluminada únicamente por una vela. La joven la apagó de un soplido la vela y se metió en un armario. Por la rendija de la puerta, pudo divisar como uno de los mercenarios entraba en la sala, iluminándola únicamente por la luz del pasillo y observaba atentamente la vela humeante.       Recorrió detenidamente con la mirada la sala y con paso lento y firme, se acercó al armario y abrió sus puertas. Aquella noche no habría justicia para la familia de la fortaleza.

LA HUELLA DE UNOS LABIOS MARCADOS CON CARMÍN EN EL ESPEJO DE UN CUARTO DE BAÑO (El Misterio ya está Resuelto)

La huella de sus labios marcados con carmín en el espejo del cuarto de baño era la pieza que faltaba para resolver el misterio. Aquella era la prueba que indicaba que Clara y el director eran amantes, lo que llevó a nuestro detective a averiguar que, como el se esperaba, fue el director quien asesinó a la joven.

PROPINAS EN UNA TERRAZA (El numero once de la mala suerte)

    A Irene ya le parecía extraño que siempre en la mesa número once de la terraza de su bar aparecieran once euros en monedas en un plato de cristal sin que nadie se sentara. Una vez hasta intentó quitar el plato y esconderlo pero siempre acababa apareciendo. El día once de noviembre, Irene encontró once mesas con once euros en monedas en cada una. Finalmente llegó a la conclusión de que estaba loca. Y eso era exactamente lo que el asesino quería que pensara.

EL OLOR A CAFÉ POR LA MAÑANA (La falta de Rafa)

    Y una vez mas, Rafa recordó el olor del café que su mujer preparaba a primera hora de la mañana. Rafa llevaba levantándose con ese aroma veinticinco años y, aún no se acostumbraba a vivir sin él. Y ahora, dos años levantándose y acostándose solo, mientras una terrible soledad y nostalgia se apoderaba de su alma. Pero aquella mañana no. Aquella mañana, por primera vez en dos años, cuando Rafa se levantó olía a café recién hecho.

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